Una vez que decidiste realizar una investigación para conocer a tu público, sus gustos y preferencias, su relación con tu marca o conseguir cualquier otro tipo de información, seguramente algunas de las primeras cosas que te preguntarás son: ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? ¿Alcanza con implementar una encuesta online? ¿Qué tipo de información necesito recabar sí o sí para que la investigación rinda sus frutos?
Los métodos son variados, pero podemos agruparlos en dos grandes segmentos: cuantitativos y cualitativos. Por eso, es importante conocer la diferencia entre ambos y así definir cómo utilizarlos para el logro de tus objetivos.
El principal fin de una investigación cuantitativa es conseguir números que permitan entender en forma objetiva y precisa un objeto de análisis determinado.
Es muy útil porque al poder cuantificar la información eliminarás cualquier posible ambigüedad: lo que los datos “dicen” es claro y evidente y podrás visualizarlo y establecer comparaciones mediante el uso de gráficos de diversos formatos.
Las encuestas son una metodología cuantitativa muy utilizada por los especialistas en investigación de mercado. Ya sea por teléfono o mediante cuestionarios en línea, las encuestas son un recurso valioso porque permiten medir y evaluar con la indudable precisión de resultados objetivos: los números.
Aprende a mirar más allá de los números
Conseguir datos cuantificados es sin dudas muy útil. Sin embargo, hay otro tipo de información que no podrás conseguir mediante la investigación cuantitativa, pero que es igual de relevante porque te permitirá poner esos números en contexto y revelar nuevos datos de valor.
Me refiero a la investigación cualitativa, que te servirá para entender los porqués detrás de esos números. Supongamos que una pregunta de tu cuestionario en línea, por ejemplo “¿Estás satisfecho con la calidad de nuestros productos?”, arroja como resultado que el 67% de los encuestados dice que no. Seguramente, querrás saber qué hay detrás de ese número, y ahí es cuando necesitas explicaciones que te ayuden a poner esa cifra en contexto.
Ante este escenario, surge la importancia de la investigación cualitativa, que proviene de metodologías como la observación de comportamientos y que permite entender, por ejemplo, las razones que pueden haber llevado a dos de cada tres encuestados a responder que no está satisfecho con la calidad de los productos, siguiendo con el ejemplo anterior.
Una encuesta en línea permite conocer algo más de la opinión de la personas. Siguiendo con el ejemplo anterior, una forma posible de conseguir información cualitativa consiste en agregar en el cuestionario online una pregunta abierta (“¿Por qué?”) para saber las razones por las cuales una persona ha respondido que no estaba satisfecho con la calidad del servicio que debería ser respondida completando una caja de texto.
Además, las entrevistas personales -individuales o grupales- son una de las formas más utilizadas para indagar en los impulsos y razonamientos que hay detrás de las respuestas y que te permitirán entender los comportamientos de tu público.
Investigación cuantitativa o cualitativa: ¿cuál me conviene?
Habrás notado entonces que la información obtenida a partir de ambas metodologías no es excluyente.
Por eso, la forma más simple de responder a esta pregunta es: las dos. Aplicar una metodología mixta, que combine lo cuantitativo con lo cualitativo, es la mejor manera de conseguir información realmente valiosa.
Una pregunta abierta -y si fuera necesario una entrevista individual- te permitirán recolectar información adicional de gran valor a la respuesta “No estoy satisfecho”, indagar las razones que hay detrás, revisar qué palabras utiliza cada persona para justificarla, cuántas veces las repite y su contexto. Su análisis es probablemente más complejo que el de una respuesta cerrada que se resuma en un “sí o un “no”, pero la información que proporciona es vital.
En resumen, los métodos cuantitativos y cualitativos son complementarios. Es necesario en función de nuestros propios objetivos considerar el uso de ambos para poder tener un panorama de análisis más enriquecido y, en consecuencia, poder tomar mejores decisiones para nuestro negocio.
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